As preocupações do dia a dia, a cobrança pelos desempenhos profissional,
familiar e conjugal direcionam nossas atenções para o que acontece fora e não
dentro de cada um de nós.
Normalmente as pessoas ignoram as queixas que seus corpos enviam e quando
adoecem vão a diferentes médicos procurando a cura. Passam de um especialista
para outro, muitas vezes sem causa física conhecida para seu desconforto. Até
que um médico indica-lhe tratamento emocional.
Não são raras as pessoas que surpreendem-se com esta sugestão, mas a fase
em que a medicina não tinha conhecimento do componente emocional na manifestação
dos sintomas está lentamente ficando para trás.
O corpo se expressa através da dor, da inflamação ou desconforto, por
exemplo, alergias são desencadeadas pelo estado de alerta diante das situações
da vida e a tendência a ficar na defensiva, dor de cabeça representa uma
resistência em aceitar os acontecimentos inusitados da vida, então, o que
acontece no corpo acontece também no emocional, direta ou indiretamente.
As doenças são avisos que nos obrigam a reconhecermos o que precisamos.
Integrar e assimilar o significado do sintoma nos permite harmonizar nossas
vidas, e se não ouvirmos o que nosso emocional precisa, o desequilíbrio vai
continuar manifestando-se, indo e voltando, pois a farmacologia apenas reduz ou
silencia os sintomas.
Para agendar atendimentos (presenciais e a distância), dúvidas ou manter contato:
silvana.rangel@terra.com.br ou ligue 11 94732 4154
silvana.rangel@terra.com.br ou ligue 11 94732 4154
Silvana Rangel
CRT 43644
Psicoterapeuta Holística * Terapeuta Holística * Master Reiki Usui Tibetano * Natuterapeuta * Terapeuta Floral * Terapeuta Ortomolecular * Instrutora da Prática de Ho´oponopono * Operadora de Mesa Radiônica.
Texto publicado no site Somos Todos Uno
EL CUERPO LLORA LO QUE LA MENTE SILENCIA
Las preocupaciones del día a día, la exigencia de los desempeños profesional, familiar y conyugal encaminan nuestra atención hacia lo que sucede fuera y no dentro de cada uno de nosotros.
Las preocupaciones del día a día, la exigencia de los desempeños profesional, familiar y conyugal encaminan nuestra atención hacia lo que sucede fuera y no dentro de cada uno de nosotros.
Normalmente se suelen pasar por alto las quejas que nuestro cuerpo envía, y cuando enfermamos, vamos a diferentes médicos en busca de la curación. Pasamos de un especialista a otro, a menudo sin causa física conocida para nuestro malestar. Hasta que un médico nos indica tratamiento emocional.
No son raras las personas que se sorprenden por esta sugerencia, pero la fase en que la medicina no tenía conocimiento del componente emocional en la manifestación de los síntomas está lentamente quedando atrás.
El cuerpo se expresa a través del dolor, de la inflamación o de algún malestar, por ejemplo, las alergias son desencadenadas por el estado de alerta ante situaciones de la vida y la tendencia a estar a la defensiva, el dolor de cabeza representa una resistencia en aceptar los acontecimientos inusitados de la vida; entonces, lo que le ocurre al cuerpo nos afecta también en lo emocional, directa o indirectamente.
Las enfermedades son avisos que nos obligan a reconocer qué es lo que necesitamos. Integrar y asimilar el significado del síntoma nos permite armonizar nuestra vida, y si no escuchamos aquello que nuestro emocional necesita, el desequilibrio va a seguir manifestándose, en idas y vueltas, pues la farmacología tan sólo reduce o silencia los síntomas.
Para marcar consultas, para dudas o para contactar:
www.silvanarangel.blogspot.com.br
No son raras las personas que se sorprenden por esta sugerencia, pero la fase en que la medicina no tenía conocimiento del componente emocional en la manifestación de los síntomas está lentamente quedando atrás.
El cuerpo se expresa a través del dolor, de la inflamación o de algún malestar, por ejemplo, las alergias son desencadenadas por el estado de alerta ante situaciones de la vida y la tendencia a estar a la defensiva, el dolor de cabeza representa una resistencia en aceptar los acontecimientos inusitados de la vida; entonces, lo que le ocurre al cuerpo nos afecta también en lo emocional, directa o indirectamente.
Las enfermedades son avisos que nos obligan a reconocer qué es lo que necesitamos. Integrar y asimilar el significado del síntoma nos permite armonizar nuestra vida, y si no escuchamos aquello que nuestro emocional necesita, el desequilibrio va a seguir manifestándose, en idas y vueltas, pues la farmacología tan sólo reduce o silencia los síntomas.
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http://www.somostodosuno.com/articulos.asp?id=13838
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